No existe una manera más simple del yo que el yo inglés, el vocablo I concentra una cantidad inimaginable de Individuos, que se repiten en tiempo y espacio continuamente, pues I o sea Yo es a la vez yo mismo, y es un yo que sólo existe en un idioma para el cuál yo soy inexistente. Sin embargo mis necesidades se deben explicar y expresar iso facto en la letra que a manera de “El milagro secreto” no es dios sino es un yo mismo que se atrapa en sí mismo para intentar explicar la naturaleza de lo que nos rodea. Que en resumidas cuentas no es sino nustra propia negación de nuestra persona interna. Aquella que basa (y en ocasiones) rebasa las expectaciones simples que dos letras podrían llegar a tener.
Una sola letra es tan personal como lo suficientemente hábil para hacerse perdidiza en un universo de pares que son y a la vez no son ella misma, pues aún en repetición, una serie continúa de cinco, cien, mil o las que nuestra limitada imaginación de la eternidad pueda concebir de I’s es más grande que varios Yo. La seriación de yos continuos provocan el sonido poco continuo de seres clamando por su propia persona yoyoyoyo que no se aproxima al atumultamiento de la seriación de: iiiiiiii.
Matemáticamente y semánticamente hablando es el doble aún cuando ocupa el mismo espacio sintáctico. Esto podría leagar aexplicar el éxitoexpansivo geográfico que dicha tradición de simplicidad individualista ha conseguido.
Lo que nos lleva a pensar que el doble de nosotros es innecesario ante la expansión del yo soy.