Recuerdame...
Mientras fuera de mi casa llueve a cántaros y mi perro tiembla agazapado bajo mis piernas debido al terror que le provocan los truenos, yo escribo.
Pero sobre que escribir, ¿de lo que me aqueja? no que hueva, si yo ya estoy hasta la madre pobres de ustedes; ¿de alguna chocoaventurasuperdivertidisisísima? nope, he descubierto que soy un tipo muy aburrido. Mis aventuras se hayan muy atras, allá cuando yo tenía 8 ó 9 años, cuando estando en una feria de nomeacuerdoque, vi un pato, uno igualito a los del gansito marinela (si ya se, uno es un ganso y el otro un pato, pero en la juventud el ganso era pato y no importaba) y le pedi a mi padre que me comprara uno, mi padre reconocido por seguir el principio básico de la alquimia (para recibir algo tienes que dar algo a cambio de igual valor) me dijo en voz muy seria: "¿qué has hecho para merecerlo?", yo en mi narcicismo juvenil respondí de la manera más normal: "pues saque diez de promedio en la escuela" mi padre sonriendo me contestó: "¿ entonces el lego que te compré?".
Me puse triste, en verdad quería ese pato/ganso, mi padre lo entendio y me dijo: "al rato, unos amigos y yo vamos a torear una vaquilla, si te animas tal vez te compre el pato".
El ser precavido, cuidadoso y responsable de mí mismo es un arte que aún ahora no domino, así que hace 15 años, menos. Acepte sin titubear, total, que tan difícil puede ser pasarle un trapo enfrente a un animal con cuernos.
La plaza era bastante grande según yo recuerdo pero también siempre he sido muy pequeño. Todo es relativo y en la memoria aún más.
Un amigo de mi padre que no se por que razón sabía torear (o al menos eso decía) me dio las instrucciones básicas, derecha/ izquierda, pasar al animal por atras de uno y NUNCA colocar el capote frente a uno. El animal era bastante grande (recuerden relativo), logré dar tres pases y al cuarto coloque el capote frente a mí. El animal impacto de frente, recuerdo que yo solo camine hacia atras hasta que la pared me detuvo, no me caí, temía ser pisado. La vaquilla era joven así que muchos cuernos no tenía, pero el golpe jamás lo voy a olvidar, durante varios días tuve en el pecho un moretón que abarcaba el tórax completo. No podía dormir boca abajo además dos días despues del incidente (ya con un pato/ganso en mi casa y de nombre gus) se me ocurrió caerme de la litera de espalda, lo que provocó un moretón del mismo tamaño que el que portaba al frente.
Mi madre estaba super nerviosa de que los fueran a ver en mi escuela y pensaran que fueran por maltrato, despues de todo ¿quién iba a creer que un animal de 150 kg me había provocado el hematoma?
¿Por qué no fui torero? Eso es algo que tal vez no podré responder nunca.
Mientras fuera de mi casa llueve a cántaros y mi perro tiembla agazapado bajo mis piernas debido al terror que le provocan los truenos, yo escribo.
Pero sobre que escribir, ¿de lo que me aqueja? no que hueva, si yo ya estoy hasta la madre pobres de ustedes; ¿de alguna chocoaventurasuperdivertidisisísima? nope, he descubierto que soy un tipo muy aburrido. Mis aventuras se hayan muy atras, allá cuando yo tenía 8 ó 9 años, cuando estando en una feria de nomeacuerdoque, vi un pato, uno igualito a los del gansito marinela (si ya se, uno es un ganso y el otro un pato, pero en la juventud el ganso era pato y no importaba) y le pedi a mi padre que me comprara uno, mi padre reconocido por seguir el principio básico de la alquimia (para recibir algo tienes que dar algo a cambio de igual valor) me dijo en voz muy seria: "¿qué has hecho para merecerlo?", yo en mi narcicismo juvenil respondí de la manera más normal: "pues saque diez de promedio en la escuela" mi padre sonriendo me contestó: "¿ entonces el lego que te compré?".
Me puse triste, en verdad quería ese pato/ganso, mi padre lo entendio y me dijo: "al rato, unos amigos y yo vamos a torear una vaquilla, si te animas tal vez te compre el pato".
El ser precavido, cuidadoso y responsable de mí mismo es un arte que aún ahora no domino, así que hace 15 años, menos. Acepte sin titubear, total, que tan difícil puede ser pasarle un trapo enfrente a un animal con cuernos.
La plaza era bastante grande según yo recuerdo pero también siempre he sido muy pequeño. Todo es relativo y en la memoria aún más.
Un amigo de mi padre que no se por que razón sabía torear (o al menos eso decía) me dio las instrucciones básicas, derecha/ izquierda, pasar al animal por atras de uno y NUNCA colocar el capote frente a uno. El animal era bastante grande (recuerden relativo), logré dar tres pases y al cuarto coloque el capote frente a mí. El animal impacto de frente, recuerdo que yo solo camine hacia atras hasta que la pared me detuvo, no me caí, temía ser pisado. La vaquilla era joven así que muchos cuernos no tenía, pero el golpe jamás lo voy a olvidar, durante varios días tuve en el pecho un moretón que abarcaba el tórax completo. No podía dormir boca abajo además dos días despues del incidente (ya con un pato/ganso en mi casa y de nombre gus) se me ocurrió caerme de la litera de espalda, lo que provocó un moretón del mismo tamaño que el que portaba al frente.
Mi madre estaba super nerviosa de que los fueran a ver en mi escuela y pensaran que fueran por maltrato, despues de todo ¿quién iba a creer que un animal de 150 kg me había provocado el hematoma?
¿Por qué no fui torero? Eso es algo que tal vez no podré responder nunca.